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Como padres os lanzamos la siguiente pregunta: ¿tenéis que enfrentaros a lo mismo con cada hijo? o, por el contrario, ¿vuestros hijos son igual de diferentes que cualquier hijo del mundo?

Nadie pone en duda que ser padre/madre requiere tener que adquirir numerosas destrezas y habilidades. En el presente blog vamos a hablar de la capacidad que tienen que desarrollar los padres para mirar de manera diferente a cada uno de sus hijos.

Cada hijo deja una huella muy específica en la vida de sus padres.  Esa tarea les va a permitir sentir que tienen una identidad que les hace ser únicos. A través de una mirada diferente de sus padres se estará respetando esa individualidad que les pertenece.

Las diferencias más comunes que podemos resaltar entre hermanos pueden ser la edad y el momento del ciclo vital en el que se encuentran. Por tanto, algo tan simple como la fecha de nacimiento, ya puede marcar una diferencia muy grande entre lo que pueden y deben hacer los hijos.

No obstante, también hay que destacar las diferentes características de cada uno como el físico y la capacidad cognitiva; dado que todo ello pone de manifiesto las diferentes fortalezas y debilidades de cada uno.

Por último, las circunstancias de cada uno e incluso las diferentes procedencias también pueden ser un foco de atención a la hora de mirar estas diferencias y darles la importancia que realmente tienen.

Cuando los padres se esfuerzan por tratar igual a cada hijo es más probable que aparezcan los celos y aumente la rivalidad entre hermanos. Todo esto ocurre porque los hijos reciben el mensaje implícito de que son iguales y, por tanto, tenderán a compararse más entre ellos.

Lo adecuado es tratar a los hijos de manera diferente para atender a las necesidades reales de cada uno sin ocultar los motivos de la diferencia. La comunicación es clave para que los hijos puedan entender por qué obtienen un trato diferente. Es decir, pese a que las necesidades de su hermano estén siendo cubiertas, eso no significa que las suyas dejen de estarlo.

Además del trato, también es importante poner el énfasis en el afecto. “El amor no es exclusivo”. Que un padre tenga muestras de afecto con uno de los hermanos no significa que esté queriendo menos al resto. Todo ello se puede transmitir de manera clara y transparente en el entorno familiar para establecer un entorno de comprensión y apoyo.

 

Paloma Alcázar

Psicóloga Familiar

Paloma Alcázar

Psicóloga

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